Asumí la razón de insistir cuando me diste la señal de un "quiero estar contigo hoy y siempre", recurrí tan pronto como pude a la baraja que guardé en el fondo de mi closet, estaba cubierta de polvo y un par de arañas habían dejado un hogar deshabitado en los alrededores. Todo indicaba que varios años habían pasado en la espera de tan anhelada, pero implícita confesión. Saqué la baraja del lugar, eliminé todo rastro del paso del tiempo, era hora de comenzar, y no desde cero como solía pensar, ésta sería una ocasión en que asumiría las consecuencias de un nuevo camino soportando los fantasmas que dejamos.
Una a una fui sacando las cartas de su caja, pensando y re-pensando en cuál iba a ser la más adecuada para utilizar en este nuevo comienzo. Todas las cartas estaban sobre mi escritorio, separadas y ordenadas meticulosamente, así sería más sencillo, según yo, poder escoger la carta ideal para el momento que yo misma iba a planear. Las observaba y las volvía a observar... Intuí que algo no andaba bien. Reuní las cartas hasta formar la baraja nuevamente, me dirigí al basurero y la deposité en él, dejando conmigo sólo la caja que la contenía y dentro de ella guardé un papel que decía "me gustaría estar contigo, pero perdí el as de corazones"
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